El efectivo de la Policía Local de Burzaco Giuliano Armando Fattori se sentará en el banquillo de los acusados desde el jueves. Está imputado por homicidio. Se lo acusa de haber asesinado por la espalda al joven Leonel Sotelo el 1 de diciembre de 2016. El policía declaró que había intentado detener a motochorros armados. En la escena sólo se hallaron casquillos de bala de su arma reglamentaria.

El jueves, a las 8.30 de la mañana, comenzará en los Tribunales de Lomas de Zamora el juicio oral y público por gatillo fácil contra el efectivo de la Policía Local de Burzaco Giuliano Armando "Tano" Fattori, acusado de asesinar a balazos por la espalda al joven de 19 años Leonel Sotelo el 1 de diciembre de 2016.

"Ninguno de los intentos por tapar los hechos fueron los suficientemente fuertes para frenar la lucha por verdad y justicia de lxs familiares de Leo", informaron desde la Coordinadora contra la represión policial e institucional (Correpi), que acompañaron a la familia Sotelo en su reclamo de justicia.

"Mi hijo, Leonel Sotelo, tenía 19 años. Las balas policiales le arrebataron la vida, y con ello, sus sueños. El policía Giuliano Armando Fattori lo asesinó por la espalda, sin darle la oportunidad de que sea juzgado como correspondía si hubiera cometido un delito. Fattori decidió quitarle la vida", dijo la madre en un comunicado difundidao la semana pasada.

"Yo le digo a la señora justicia que vea el lado correcto, que eso no fue justo. Mi hijo no merecía morir como un perro, tenía el derecho a vivir. Le exijo que a la hora de juzgar diga que un policía no tiene derecho a decidir por la vida de los demás. Se lo dice una madre que perdió un hijo y con eso una parte de su corazón, pero decidió dar batalla para que se haga justicia", finalizó Noemí Robelli en su texto.

La causa tuvo dos fiscales: primero, Pablo Rossi, quien había solicitado el sobresimiento de Fattori; luego, Leonardo Kaszewski, que elevó el caso a juicio baoj al acusación de "homicidio con exceso en la legítima defensa", tras la investigación de lo ocurrido aquel 1 de diciembre de 2016 en Burzaco, partido de Almirante Brown.

Esa noche, Leo Sotelo y su amigo Alan Devaza recibieron una serie de disparor por parte de Fattori, que declaró que el joven muerto tenía un arma con la que intentó cometer un robo y que lo apuntó, por lo que decidió abrir fuego contra ellos. Sotelo recibió tres disparos, dos de ellos en la espalda, y murió. Devaza también fue baleado en los gluteos. Las pericias sólo encontraron casquillos de bala del arma reglamentaria del efectivo policial.

"Por ver que Leo y Alan entraban en el estereotipo de pibes chorros, y sin mediar palabras, les disparó por la espalda, vació su cargador", aseguraron los familiares del joven acribillado. "Esperamos que se haga justicia y que realmente este policía vaya preso, por Leo y por todos los otros chicos que también están en la misma situación", dijo la madre de Sotelo.

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