Ensenada, municipio de la provincia de Buenos Aires con historia de resistencia y cultura de río, celebrará este próximo fin de semana los 222 años de su fundación con un amplio cronograma de propuestas que incluyen un recital gratuito de La Delio Valdez y desfiles tradicionales.
Las actividades comenzarán este viernes, a las 11, con un desfile del que participarán más de dos mil personas junto a cuatrocientas instituciones educativas, sociales, culturales, deportivas y de culto, en un trayecto que recorrerá la calle La Merced desde la avenida Horacio Cestino hasta Presidente Perón.
En tanto, según consignó hoy la subsecretaría de Turismo bonaerense, el sábado a las 19, con entrada gratuita, se realizará el festival musical en las calles Ortiz de Rosas y Horacio Cestino, que tendrá como protagonistas a las bandas locales y cerrará con un espectáculo a puro baile de La Delio Valdez.
Los festejos son una oportunidad para visitar los atractivos turísticos de esta ciudad ribereña que tiene sus orígenes en 1520, cuando el marino español Fernando de Magallanes arribó a la Caleta de Ensenada, y que por la ubicación privilegiada sobre el Río de la Plata, creó el primer asentamiento.
Unos 60 años después el explorador Juan de Garay distribuyó tierras para establecer estancias cerca de Buenos Aires, entre ellas las del Valle de Santa Ana, actualmente Magdalena y Ensenada.
En 1668 Antonio Gutiérrez de Barragán le compró territorio a Bartolomé López y, medio siglo más tarde, se lo concedió al gobernador Hernandarias de Saavedra, momento en que el lugar recibió el nombre de Ensenada de Barragán.
El 5 de mayo de 1801 se fijó como fecha fundacional de la ciudad cuando fue aprobado el trazado que diseñó el ingeniero Pedro Antonio Cerviño.
El Fuerte Barragán, creado en 1736 y reconstruido en 1801 luego de una importante sudestada que arrasó con el antiguo edificio de adobe, es una de las construcciones más representativas de Ensenada.
En 1942 fue declarado Monumento Histórico Nacional y es el único de la época del virreinato en la región: conserva el trazado, la torre y la base de ladrillos originales.
Durante el siglo XIX en este sitio se disputaron enfrentamientos con fuerzas extranjeras en defensa de la soberanía nacional: las invasiones inglesas de 1806 y 1807, y el combate naval de Monte Santiago contra el Imperio de Brasil en 1827.
Dentro del predio, que se puede visitar de manera gratuita, se emplaza el Museo Histórico que rodea todo el perímetro de la fortaleza.
“Allí también funciona el Museo Héroes de Malvinas que completó un complejo museográfico con eje en la soberanía”, explicó Esteban Bravo, director municipal de Cultura.
“Los y las visitantes podrán recorrer la batería histórica, el museo y las excavaciones arqueológicas que se fueron haciendo en los últimos años gracias a las que se hallaron el patio, el aljibe y varios elementos que nos permitieron conocer la vida de quienes habitaron el lugar”, detalló el funcionario.
Según relató, las personas se sorprenden al observar el estado de conservación del fuerte, ubicado en la avenida Almirante Brown camino al Club Regatas.
En el sector de arqueología, destinado a las infancias como parte de las visitas educativas, los chicos juegan a hallar objetos y a clasificarlos.
Por su parte, la Reserva Natural Punta Lara, que integra la selva austral, la isla y la costanera, es una superficie de 450 hectáreas que se encuentra a pocos kilómetros de la capital bonaerense y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, convirtiéndose en la más austral de las selvas en galería, con características subtropicales.
En este ecosistema en el que habitan mamíferos, anfibios, reptiles, mariposas y un importante número de aves, se puede realizar un circuito guiado de una hora y media.
Las visitas sólo son posibles con guía profesional o guardaparques de la reserva, con punto de encuentro y horario pautado.
Los turnos e información oficial son a través del correo electrónico [email protected], donde los recorridos serán confirmados o reprogramados.
La Isla Santiago es otro de los atractivos destacados del distrito, sobre la margen del canal de acceso al Puerto de Ensenada.
Se trata de uno de los dos archipiélagos separados del continente por el Río Santiago, y en el lugar, distante a unos diez kilómetros del centro de la ciudad, viven trescientas personas.
Cuenta con almacén, parrilla, estacionamiento y espacios para la pesca, y para llegar se debe tomar avenida Bossinga, que después se convierte en el Camino Costanero Almirante Brown, y luego de pasar el arroyo El Zanjón a mano derecha seguir el camino de acceso a Isla Santiago.
Además de la naturaleza, Ensenada posee un patio gastronómico que invita a degustar la variedad de sabores y platos típicos regionales.
