Bahía Blanca: Proponen proteger a los empedrados de la ciudad

Piden que sean declarados “de interés patrimonial histórico, cultural y paisajístico” los tramos de la avenida Arias y de la avenida Pringles.
Bahía Blanca: Proponen proteger a los empedrados de la ciudad
Bahía Blanca: Proponen proteger a los empedrados de la ciudad

La concejal Paola Ariente (Frente de todos) y el senador provincial Andrés de Leo (Cambiemos) elevaron sendos proyectos proponiendo declarar bienes patrimoniales y sitios de interés histórico provincial a los centenarios caminos al puerto de Ingeniero White (avenida General Arias) y al cementerio (avenida Pringles).

La inquietud de ambos legisladores coincidió a partir de la intención del municipio de intervenir en algunos tramos de esas arterias, reemplazando sus adoquines por pavimento de hormigón. 

Ariente presentó su proyecto de ordenanza declarando “de interés patrimonial histórico, cultural y paisajístico” a ambas obras, incorporándolas al Registro para la Preservación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano local, el cual protege bienes que son parte de la evolución de la ciudad de acuerdo a distintos criterios de valoración. 

“Es importante definir la importancia de obras que se destacan por su rareza u originalidad, referidas a sus aspectos constructivos, ornamentales o funcionales”, señala el pedido. 

“El equilibrio entre la historia y la modernidad siempre ha sido un dilema y si bien es cierto que no se puede postergar el desarrollo, tampoco se puede olvidar la historia, la cultura y el arte. El patrimonio también lo integran los monumentos, las calles, los árboles. Por eso su protección debe ser prioritaria, porque lo que se destruye nunca más puede volver”, agrega.

El proyecto sugiere, además, colocar cartelería dando cuenta de la declaración de interés patrimonial histórico-cultural y paisajístico y solicita al Departamento Ejecutivo que arbitre los recursos “a fin de conservar y mantener en buen estado el empedrado” y que en caso de que requiera arreglos o mejoras reciban el tratamiento apropiado.

En sus considerandos, la edil hace referencia a la historia de los dos caminos. 

En el caso del camino adoquinado al puerto, indica que se trata de un trabajo “ligado al desarrollo de Bahía Blanca en sus aspectos institucional, comercial, financiero, residencial y de servicios”, una mejora cuando la distancia de 9 kilómetros desde centro urbano debía ser recorrida por terrenos bajos, inundables, algunos convertidos en verdaderos cangrejales.

La definición del trazado del camino no fue simple, ya que hubo particulares interesados en revalorizar tierras de su propiedad que plantearon su ubicación a la altura de Loma Paraguaya. 

Fue Arturo Coleman, Superintendente del Ferrocarril del Sud, quien propuso un camino más conveniente, atravesando tierras que su empresa donaba al municipio. El intendente municipal, Valentín Vergara, prestó apoyó esa ruta. El proyecto fue aprobado en agosto de 1912, se colocaron tres millones de adoquines en Tandil y el camino se habilitó en 1915.

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En el caso del conocido “camino al cementerio”, desde fines del siglo XIX era todo un problema recorrerlo dado su pésimo estado, sobretodo luego de alguna lluvia. La particular situación registrada durante el traslado de los restos del vecino Ángel Brunel, cuando el carruaje con el ataúd pegó un fuerte barquinazo y puso en el aire el cajón, fue el llamado de atención que hacía falta.

Vergara tomó cartas en el asunto y la obra quedó terminada a fines de 1911, incluyendo la colocación de árboles en sus costados, "para darle aspecto de avenida".

En términos similares y dando cuenta también de la historia de cada sitio, el senador Andrés De Leo presentó su proyecto de ley para que ambos caminos sean declarados Sitios de Interés Histórico Provincial, incorporados al Patrimonio Cultural bonaerense.

“Las calles adoquinas tienen un gran valor histórico y paisajístico. Constituyen una reserva de gran potencial. Son espacios centenarios, arbolados y en trazas urbanas, rodeadas por barrios donde se pone en valor la vida al aire libre y en comunidad. Estas avenidas empedradas han recuperado su valor y se los considera como lugares para caminar, esparcirse y la realización de ferias o eventos sociales”, señala.

Menciona además a los adoquines como un material “de durabilidad y capacidad para resistir el tráfico pesado y las inclemencias del tiempo”, a pesar de lo cual requieren un mantenimiento adecuado para resguardar su integridad y seguridad.

Por último, destaca que la Constitución Provincial indica la necesidad de “preservar, enriquecer y difundir su patrimonio cultural, arquitectónico y urbanístico”. 

“Bahía Blanca ha conservado unas pocas calles empedradas, con una estética única y atractiva, creando un ambiente pintoresco, apreciado por residentes y visitantes”, finaliza.

Ambos proyectos, tanto a escala local como provincial, deberán ahora cumplir con los correspondientes pasos administrativos buscando su aprobación. 

La idea es que la misma se obtenga antes de que se realicen intervenciones inadecuadas.

 

 

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